sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Urgente!, solicitamos protección para Sabino Romero, fuerzas paracas se dirigen a asesinarlo


Ruptura.org
Acabamos de recibir información de varios colectivos que han venido luchando junto al cacique Sabino Romero, de que es urgente sacar a Sabino de Chaktapa, pues sicarios, manejados por ganaderos y parceleros, se pueden estar dirigiendo hasta su domicilio, para perpetrar el homicidio. Se hace un llamado a Vicepresidencia, para que tome cartas en este asunto que es de vida o muerte.
Luego de haberse entregado las tierras a varias comunidades yukpas, se han arreciado campañas, por demás absurdas y poco verosímiles, con el fin de crear una matriz de opinión adversa a Sabino Romero y a su familia, así mismo, allanar el terreno circunstancial para acabar con el luchador yukpa.
Reiteramos, que es sumamente importante tomar las acciones, desde acá de Caracas, para sacar a Sabino de Chaktapa. Para sacarlo de La Sierra de Perijá, se requiere de un helicóptero y una comisión de personas allegadas a él, que puedan garantizar su seguridad.
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LA IDEOLOGÌA DISFRAZADA DE UTOPÌA



LOS QUE MILITAMOS EN LA UTOPÌA, SOÑAMOS Y LUCHAMOS POR ABRIR UN ESPACIO DONDE EL MAÑANA SE CONVIERTA EN UN LUGAR, DONDE LA HUMANIDAD PUEDA VIVIR MEJOR. LA UTOPÌA, NOS PERMITE IMAGINAR, SOÑAR Y CREAR EN LA DIALÉCTICA DE LA HISTORIA UNA CIVILIZACIÒN ALTERNATIVA QUE EN NADA SE PARESCA A LOS MODELOS YA AGOTADOS LLAMADOS CAPITALISTAS O SOCIALISTAS. SI RENUNCIAMOS A LA UTOPÌA, ES ACEPTAR Y RESIGNARSE A VIVIR EN MODELOS ECONOMICOS-SOCIALES IMPUESTOS, QUE SOLO HAN SERVIDO PARA ESCLAVIZAR A LA HUMANIDAD.

ENRIQUE CONTRERAS RAMÍREZ


A veces la utopía aparece, como un ejercicio literario donde los poetas, escritores, intelectuales, constructores y arquitectos de la palabra, moldean un lugar imaginario donde la humanidad pueda ser feliz. Pero la utopía, siempre parte de una realidad a transformar de manera radical, de allí que la utopía es por naturaleza subversiva y creadora, que muchas veces tiene que ver con las cosas “simples” de la vida, pero que en el fondo plantean la subsistencia de la humanidad.

Cuando señalo que la utopía a veces parte de las cosas más “simples”, me refiero a que cuando un pueblo tiene hambre, no tiene trabajo, vivienda, vestido, tierra, salud, educación, en otras palabras futuro –entre otros factores- nacen allí las contradicciones que la propia historia va marcando y dentro de sus propias categorías (espacio, tiempo, sociedad) se generan las luchas para conquistar y lograr lo que le hace falta, es decir, lo que nunca ha tenido.
Es en medio de esas cosas “simples” que las ideologías tienden la trampa, se disfrazan de utopías, para poder engañar, manipular, generar esperanza, soluciones, promesas y donde la demagogia toma protagonismo hecha palabra, a través del discurso, la promesa que siempre huele a mentira y la movilización pasiva de los alienados para aplaudir y contemplar en una plaza, calle y en los propios medios de “comunicación”, al verdugo o verdugos como sus redentores, para luego desde los gobiernos establecer relaciones de poder entre dominantes y dominados, opresor-oprimido y desde ese poder crear sus propios imperios y manejar el país como si fueran feudos particulares.

Esas ideologías convertidas en poder por quienes las sostienen y las predican, sólo han servido para consolidar una clase en el poder, independientemente de su identificación ideológica y política y de sus sistemas económicos que desarrollen. Ese poder, que de manera alienada las masas están acostumbradas a obedecer, no se puede esperar que se promuevan cambios para dignificar la vida en comunión y menos impulsar revoluciones, pues los que ejercen el mismo, están conscientes que de darse esos cambios estructurales, quedarían desalojados del control que tienen y que a nombre de un “Estado” ejercen, manteniendo sus intereses de clase.

“Karl Mannheim distingue con buen tino entre utopía e ideología. La primera está cifrada en el sueño, en la esperanza en un cambio, en la creación de un hombre nuevo, sin las miserias del viejo. La ideología a veces se apropia de estos discursos para cimentar un poder que puede llegar a convertirse en un terrorismo de Estado, en nuevas formas de discriminación y opresión, algo que se parece más a una involución humana que a una evolución. Las ideas, de hecho, se convierten en ideología cuando se sostienen más en una forma de poder que en su propia racionalidad y fuerza de convicción, es decir, en todo aquello que motiva la libre adhesión a las mismas. Por eso dice Mannheim, las ideologías son siempre reaccionarias, mientras que la utopía es lo que cuestiona y se opone a ese poder arbitrario. En la medida en que tiende a destruir total o parcialmente el orden de cosas dominante, la utopía es un dinámico motor del progreso humano, que puede cristalizar incluso en rupturas radicales.” (COLOMBRES, Adolfo. América como civilización emergente. Edit. Arte. Pp.35).

Para muchos “intelectuales” de derecha o de la llamada izquierda, portavoces del capitalismo o del socialismo, lo que digo les parecerá una herejía, una forma de negarse a ver la realidad, un disociado, una simple locura, pero dentro de mi locura, hoy sostengo que las ideologías habitúan a la humanidad a no pensar, a ver una única “verdad”, a creer en que sólo hay un pensamiento único y desde ese pensamiento único, uno se cree con la “autoridad” para agredir, silenciar e imponer su forma de pensar y de esta manera silenciar al que no comparte nuestra óptica ideológica de ver el mundo.

Entiendo que las “verdades” del capitalismo o del socialismo real, forman parte de la lógica de la dominación, que arropa al mundo, pero ese mundo, esas civilizaciones dentro de esa lógica de la dominación comienzan a reaccionar y para ello se manifiestan en revueltas populares que surgen de cada lugar de la tierra. Los indignados de Europa, el movimiento indigenista latinoamericano, los movimientos estudiantiles y obreros del mundo, comienzan a señalar que las civilizaciones conocidas hasta ahora, no fueron capaces de emancipar la humanidad, que el socialismo y el capitalismo, como modelos económicos-sociales se agotaron y quienes ejercieron el poder desde esa óptica se corrompieron en el poder, hasta el punto de que por mantener el mismo maltratan, persiguen, engañan y asesinan a sus propios pueblos.
Hoy, hay quienes nos atrevemos a afirmar y sostener, que la rebelión de los saberes de nuestros pueblos, se empieza a manifestar con gran fuerza, la identidad cultural de los pueblos, comenzara en el presente siglo a desplazar las ideologías que se impusieron en el pasado. Se empieza a desbaratar las ideologías que sólo sirvieron para colonizar a nuestras sociedades, el pensamiento único como razón dominante no tiene cabida en la diversidad cultural de nuestros continentes y se comienza de esta manera aplastar cualquier forma de dominación, para poder alcanzar la libertad y la justicia. Se comienza en nuestros pueblos a buscar un Tercer Camino, que tenga como meta el respeto a la identidad del otro. La utopía toma la palabra.
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CELAC luz y penumbra



Por Douglas Zabala

Señaló nuestro primer integracionista a propósito de la disputa con Santander ante la insistencia del cachaco de invitar a EEUU al Congreso Anfictiónico de Panamá, que ellos parecían estar destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad. Y no dejó de tener razón porque hasta el sol de hoy, pasando por los tiempos del garrote vil y la diplomacia cañonera, la bandera gringa ha seguido al dólar y sus soldados han seguido a su bandera en nuestro continente, al igual que lo han hecho en cualquier rincón del planeta donde existan recursos para saciar su voraz desarrollo.

Ahora, si bien es cierto que lo de Bolívar ha resultado una verdad de Perogrullo, sólo las mentes afiebradas y descocadas pueden imaginar que el evento y el organismo recién constituido, es un grito al estilo de crear uno, dos, tres y muchos Vietnam contra el imperialismo, desde el Rio Grande hasta la Patagonia. Así mismo es una reacción aventurada y del mayor dislate salir a señalar al hecho histórico, de ver reunido a los treinta y tres presidentes de todo el continente con su ramillete de islas caribeñas, como la simple coronación de otro organismo más en esta “sopa de letras” distinta a la OEA.

Es cierto que el gobierno erráticamente se retiró de la Comunidad Andina de Naciones y que tampoco ha podido ingresar al Mercosur; pero de allí a pensar que este organismo es otra gastadera de plata inútilmente y más burocracia en organismo regional, es desconocer de forma ramplona que esta nueva nave multinacional tiene muchos motores prendidos como por ejemplo UNASUR, ALBA, PETROCARIBE y hasta el propio MERCOSUR. De allí que surja la inevitablemente pregunta: Será que en algunos sectores de la MUD priva el criterio de tierra arrasada y están pensando que en la gestión post Chávez, no formaremos parte del novel organismo, que por primera vez deja por fuera al viejo tutelaje de la Casa Blanca.

La CELAC es un vivo ejemplo de complementariedad, autonomía y unidad en medio de la diversidad. Hecho este que el “ideólogo” del socialismo del siglo XXI, no haya como elogiar sin que tenga que escupir para arriba ante el asombro de sus nacionales. Así lo entiende el pueblo y por eso reivindica su actitud contestaria con un ensordecedor cacerolazo; y no precisamente a los invitados, sino al anfitrión que le tiende alfombra roja a su otrora archí enemigo Santos y a los gobiernos derechistas de México y Chile, mientras que aquí descalifica, persigue y hostiga a sus opositores.

Así las cosas, lo mejor es dejarnos de extremismos y dejarle al tiempo y al inexorable transitar de independencia de los pueblos, la suerte de este ensayo integracionista de quienes merodeamos por estas tierras; porque lo que para unos puede ser una luz en el camino, para otros la más dura penumbra, ya que sin querer queriendo más de uno terminará entonando: ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! Que camina el derechista Piñera con el CELAC por América Latina.
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