domingo, 27 de junio de 2010

QUE RENUNCIE EL SEÑOR PRESIDENTE

Que renuncie el señor presidente

Escrito por de Zoraida Santiago
Sábado 26 de Junio de 2010 17:03

Deseo referirme al bochornoso memorando R-0910-13, fechado el 24 de junio de 2010, del Presidente José Ramón de la Torre a los Rectores y Rectoras de los recintos de la Universidad de Puerto Rico. En este memorando, el señor presidente ordena una serie de medidas con relación al personal docente y no docente como resultado de la “reciente protesta estudiantil.”

El señor presidente está equivocado. No puede penalizar por días no trabajados al personal que no pudo realizar sus labores debido a un cierre administrativo. En su afán por “vengarse” de los estudiantes, está descargando su furia, de manera totalmente arbitraria y antiuniversitaria, además de ilegal, contra los docentes y no docentes, porque sabe que éstos apoyaron los reclamos estudiantiles y fueron solidarios. Se trata de castigar la solidaridad. Propone además la violación crasa de los términos de contratación de los docentes bajo contrato, extendiéndoles el mismo dos meses sin paga.

Hay que señalar también el oscuro papel que le otorga el señor presidente en este drama a los directores departamentales, exigiéndoles que se conviertan en chotas de sus colegas, en informantes serviles del poder. Espero que los directores y directoras se nieguen, abiertamente, a jugar este papel, que choca violentamente con el comportamiento ético de un docente en un sistema universitario que se respete.

Los docentes no podemos permitir que en nuestra Universidad este tipo de comportamiento se condone, porque viola los fundamentos mismos de la ética universitaria. Debemos exigir a viva voz, en una campaña mediática agresiva, que este señor renuncie de inmediato y se abra un proceso para sustituirlo por una profesora o profesor comprometido con los principios éticos contemplados en el Reglamento General de la Universidad de Puerto Rico. Cito la sección de este Reglamento que me parece relevante, y hago especial énfasis en algunas de sus partes:

Artículo 9 - Cumplimiento de Objetivos y Deberes Fundamentales de la Universidad

Cada miembro de la comunidad académica universitaria, desde la perspectiva de sus particulares funciones y responsabilidades, deberá velar por el fiel cumplimiento de la misión, objetivos y deberes fundamentales de la Universidad, según aparecen expresados en el Artículo 2 de la Ley de la Universidad de Puerto Rico, citados a continuación:

“A–La Universidad, como órgano de la educación superior, por su obligación de servicio al Pueblo de Puerto Rico, y por su debida fidelidad a los ideales de una sociedad integralmente democrática, tiene como misión esencial alcanzar los siguientes objetivos, con los cuales es consustancial la más amplia libertad decátedra y de investigación científica:

(1) Transmitir e incrementar el saber por medio de las ciencias y artes, poniéndolo al servicio de la comunidad a través de la acción de sus profesores, investigadores, estudiantes y egresados.

(2) Contribuir al cultivo y disfrute de los valores éticos de la cultura.

B – En el cumplimiento leal de su misión, la Universidad deberá:

(1) Cultivar el amor al conocimiento como vía de libertad, a través de la búsqueda y discusión de la verdad, en actitud de respeto al diálogo creador;

(2) Conservar, enriquecer y difundir los valores culturales del pueblo puertorriqueño y fortalecer la conciencia de su unidad en la común empresa de resolver democráticamente sus problemas;

(3) Procurar la formación del estudiante, en vista a su responsabilidad como servidor de la comunidad;

(4) Desarrollar, a plenitud, la riqueza intelectual y espiritual latente en nuestro pueblo, a fin de que los valores de la inteligencia y del espíritu de las personalidades excepcionales que surgen de todos los sectores sociales, especialmente los menos favorecidos en recursos económicos, puedan ponerse al servicio de la sociedad puertorriqueña;

(5) Colaborar con otros organismos, dentro de las esferas de acción que le son propias, en el estudio de los problemas de Puerto Rico;

(6) Tener presente que, por su carácter de Universidad y por su identificación con los ideales de vida de Puerto Rico, ella está esencialmente vinculada a los valores e intereses de toda comunidad democrática”.


En el conflicto que vivimos hoy, se enfrentan estos objetivos y deberes fundamentales con los que estamos comprometidos los universitarios, con el proyecto político de un sector de nuestra sociedad que los desconoce y en el fondo los desprecia.

El fundamento tras el reclamo de autonomía para nuestra Universidad es precisamente el esfuerzo por evitar que las fuerzas políticas violenten esta misión esencial de la universidad y eviten el cumplimiento de esta misión. Sin embargo, en esta ocasión es el liderato mismo de la institución, en la persona de su presidente, el que viola abiertamente la misma, consignada en la Ley y el Reglamento General. No solamente se une a las fuerzas que agreden a la Universidad, sino que protagoniza él mismo la degradación de la ética del diálogo y el compromiso democrático mediante una continua verbalización de ataques a todos aquellos que reclaman de él que cumpla con su deber ministerial de representar los mejores intereses universitarios.

No se puede permitir que esta situación vergonzosa se prolongue más. Exigamos su renuncia de manera consistente hasta que tenga la decencia de poner su puesto a la disposición de la comunidad universitaria, para que ésta tenga la oportunidad de reconstruir la imagen de una presidencia humillada, desprestigiada y muerta.

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