domingo, 10 de mayo de 2009

¿Por qué nadie critica a Douglas Bravo?

Ex guerrillero, revolucionario, se presentó el día 3 de abril en Globovisión en la noche, en una mezcla de protagonismo desleal censuró las políticas petroleras y sindicales del gobierno y a Chávez. Ni la hojilla, ni los artículos de opinión en Aporrea han sido masivos para hacer pública la deslealtad de este ciudadano, ningún otro programa o funcionario le sale al frente ¿Por qué?

Si la respuesta es la indiferencia lo podría aceptar por cruzar la línea a la traición. Con razón o no, lo criticable es acudir a Globovisión a quejarse en una clara compulsión por protagonismo, el problema cultural que nos aqueja sobre la deslealtad parecería ser antropológico, está muy arraigado en la educación, cualquier héroe de medio pelo le disputa a Chávez el liderazgo. Y, no es que no pueda hacerlo, al contrario, la critica es necesaria, el presidente comete errores, no se diga los funcionarios que lo rodean. En esta revolución hay muchos canales para la cíitica, Aporrea es uno de ellos.

Hemos criticado con convicción revolucionaria a los demás traidores de este proceso, especialmente Baduel. No importa si es la mamá de Tarzán, Chirino, Bravo, un revolucionario que se precie de serlo no puede quejarse con el enemigo. No hay peor cosa que un traidor, lo manifesté con Baduel lo repito con usted Sr. Bravo, es traidor.

En un periodo de radicalización, los revolucionarios con experiencia saben que la paciencia en los asuntos culturales es de vital importancia mas aun en una revolución pacifica, ante el hecho que los capitalistas imperialistas todavía obstruyen el proceso. Además todos los procedimientos para salir del bajón revolucionario y para superar el proceso hacia el socialismo, requiere elementos con alta dosis de paciencia. Jamás deslealtad, no hay nada peor que un traidor.

¡Que hay corrupción, si. Que Chávez se equivoca, ya lo dije, si. Que el burocratismo desalienta al pueblo, si. Que el funcionario público es petulante e inconsciente ideológico, si. Hay muchas críticas contra esta revolución Sr. Bravo, pero usted eligió el camino más fácil, ir a Globovisión y presentarse con argumentos sin ningún sustento técnico peor científico para la política petrolera en tiempos de crisis en la globalización de hoy.

Ser salvador del mundo revolucionario requiere de un mínimo de conocimiento en la geografía económica mundial. No, lo de usted es un gesto vil y cobarde que merece una sanción revolucionaria. Traicionó su historia y la de los camaradas, su imagen en Globovisión lo delata, uso la critica al revés, la critica destructiva, no le escuché nada de autocrítica. El facilismo de la traición se impuso dejando atrás el trabajo, la conciencia, la convicción, ¿Quién le dijo que la revolución es fácil? La propaganda de la agitación en usted no tiene peso especifico, antes, era un ex guerrillero, ahora es un traidor ¿ya fue aceptado por la oligarquía? ¿Por cuánto lo compraron? ¿Cuál es su respuesta? Cualquiera que sea, ya tomó su decisión, no pertenece allá peor acá.

Hay dos cosas que un revolucionario convencido no debería hacer:

-La incapacidad de obtener por medios desleales como la traición ganancias para si misma, como un medio tolerable, que la vida ofrecida por millones de personas que han luchado a lo largo de la historia por la independencia. Ud., en Globovisión patinó sobre hielo delgado cuando realizó la amenaza de un frente nacional, ¿liderado por quién, por usted? Su historia después de la traición ya no cuenta. Frentes hay muchos, cada vez que hay una elección se aglutina un frente. El pueblo ha vencido todas las veces, tiene usted capacidad para liderar, según lo que escuché de usted en Barinas hace tres años, dudo mucho que pueda siquiera conducir una columna.

- Segundo, hasta que el proceso supere la transición a favor del Socialismo, Venezuela tiene que guardar su revolución bajo 7 llaves hasta que el pueblo consolide el poder. O usted cree que, con la oposición y la oligarquía llegaremos al Socialismo. En la actualidad todos los países preparan el terreno para oponerse al imperialismo del capital. Pero no se preocupe Sr. Bravo, usted es uno más de los miles de traidores que pasan al anonimato en el pozo séptico de la deslealtad.

Su traición Douglas Bravo es doble, permite cuestionar su ideología y sus valores revolucionarios. Si todos los revolucionarios estuviéramos abocados a demostrar mediante la traición nuestro derecho a existir, por no ser considerados en el proceso o por un protagonismo que nos fue esquivo por una u otra razón, la revolución se caería a pedazos. Por consiguiente lo único que cabe en usted, es recibir las consecuencias de sus actos para que reflexione entre dogma y realidad. Ni siquiera una censura, conforme redacto este artículo entiendo la reacción de la gente con su actitud, completa indiferencia, ya no es nada ni nadie, solo es un traidor.

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