sábado, 21 de agosto de 2010

IMPLICACIONES DE LA RECONCILIACION ENTRE CHAVEZ Y SANTOS




Implicaciones de la reconciliación entre Chávez y Santos Chávez y Santos

Nota Editorial elpueblosoberano.net

Muchas especulaciones sezgadas por los partidarios de ambos lados de la polarización en Venezuela sobre la última crisis y reconciliación entre Venezuela y Colombia.

Las tensiones fueron cobrando intensidad desde el año pasado, cuando el Presidente Chávez ordenó suspender las relaciones comerciales con el vecino país y sustituir rápida y progresivamente la cesta de importaciones desde allá, y el 22 de julio el mandatario venezolano rompió los lazos diplomáticos en rechazo a acusaciones del gobierno de Álvaro Uribe de que Caracas resguardaba a guerrilleros de las FARC.

Es penoso ver las declaraciones de victoria diplomática en Santa Marta por parte de la burocracia venezolana y sus opinadores, los hay incluso que aseguran que en Santa Marta se desmontó un plan opositor previo a las elecciones próximas legislativas. Por otro lado la oposición no oculta los aplausos, aunque estos sean inconvenientes electoralmente.

Sin embargo un esfuerzo somero de análisis, nos permite ver que hay implicaciones mas precisas en esta reconciliación.

El acuerdo de restablecimiento de relaciones constituye un espaldarazo para Santos, quien logró una rápida victoria en su política de relaciones exteriores pocos días después de asumir como presidente. Uribe parece haber cumplido la tarea de causar un pico muy alto en la tensión de las relaciones bilaterales, para darle la oportunidad a Santos de negociar una normalización.

Chávez emerge en la escena internacional como un moderado que se muestra listo a construir mejores relaciones con el nuevo Gobierno de Colombia.

Para la clase política colombiana y para los analistas de mercado esta negociación es un momento de distensión que necesariamente será seguido de una nueva tensión, pero que ya es programable y manejable.

Por proposición de Colombia, y en base al compromiso de Chávez de no tolerar la presencia de la guerrilla en territorio venezolano, se acordó la creación de una comisión que evalúe los temas relativos a la seguridad, llevando del campo político-público al campo diplomática los asuntos: de la insurgencia armada, de la seguirdad fronteriza y el crimen organizado y el narcotráfico y de ahí al campo de la colaboración técnica y de inteligencia, imponiendose así la lógica tradicional de las relaciones colombo-venezolanas en las que Venezuela juega un papel pasivo y subordinado, ante la evidente ausencia de un nuevo criterio venezolano en materia de seguridad y defensa en materia de integración subregional.

Chávez, acusado por Uribe de apoyador de la insurgencia armada en el marco de la guerra civil colombiana, volvió a pedir como ya lo hizo en dos oportunidades anteriores a la guerrilla que deponga las armas y se integre a la politica legal, sin embargo antes de eso, a reconocido la beligerancia de la insurgencia, para luego no dar un paso mas en materia de la diplomacia internacional por esta posición.

Esta posición luce políticamente irresponsable tomando en cuenta que la llamada “seguridad democrática” del perído uribista, que aún continua, no les permite una negociación justa de paz a las guerrillas, pese a la disposición mostrada por las agrupaciones en armas. En períodos de mayor distensión como el de Belisario Bethancourt, se ensayo un plan de desmovilización e integración a la vida política que terminó en una masacre masiva de dirigentes sociales y políticos (7000 figuras públicas) y la migración forzada o la integración a la guerrilla de los pocos sobrevivientes. Sin embargo, en el Uribismo y seguramente en la gestión de quien fuera su Ministro de Defensa, los crímenes de estado y las violaciones de derechos humanos no tienen precedentes. Caracas y Bogotá van camino ha restablecer el comercio bilateral que pasó de US$6.000 millones en 2008 -antes de la crisis-, a un estimado de US$1.000 millones este año, después de que Chávez lo restringió el intercambio comercial por el acuerdo militar entre Colombia y EEUU, sin embargo en Santa Marta el tema de las bases brilló por su ausencia. Por lo tanto como decíamos antes el tema de seguridad va a restringirse en el futura a intercambio y colaboración, como ha sido tradicionalmente.

Los mandatarios de los dos países anunciaron la creación de otra comisión, propuesta también por Colombia, para examinar el restablecimiento de los vínculos comerciales y para el pago de una deuda de Venezuela a exportadores colombianos, estimada en cerca de US$800 millones. Colombia fue a la mesa de negociaciones con una agenda verdaderamente centrada en representar a los sectores de la sociedad que sostienen la actual gobernabilidad en ese país. Sobre la agenda del gobierno venezolano, aún no tenemos noticias.

Para el pueblo colombiano esta reconciliación podría implicar una agudización de su crisis de abastecimiento ya que se reactivarían las exportaciones y se ausentarían muchos productos del mercado interno, por la alta capacidad de consumo y de importación de el mercado venezolano, sólo los sectores medios y grandes empresariales, saldrán beneficiados.

libre comercio

También en la agenda colombiana estaba y así quedó aprobada la reactivación de los acuerdos y negociaciones para impulsar en conjunto grandes obras de infraestructura comercial, Esto implica la reactivación de Venezuela a los planes de hidrovías, canales secos y canales interoceánicos, oleoductos y gasoductos previstos en los planes de infraestructura impulsados por las multilaterales financieras y la CAN.

El objetivo del operador político colombiano es garantizar que aún en el período Chávez todo el plan imperial de reordenamiento del territorio a favor de un comercio supranacional hacia el norte, se ejecute sin interrupciones. Así obró consecuentemente Uribe, logrando acuerdos fundamentales a favor de la integración de Venezuela al Plan Puebla Panamá, como es el caso del gasoducto de la Guajira.

después de reunirse en Caracas la siguiente semana con María Ángela Holguín, nueva canciller de Colombia, el presidente Chávez declaró con énfasis en los temas de infaestructura, “Me place mucho estar retomando estos tema con una visión geopolítica. Colombia y Venezuela en el Atlántico, en el Caribe y en el Pacífico. Una salida de Venezuela al Pacífico por Colombia es grandemente necesaria para nosotros. Una salida al Atlántico de Colombia también. Es la integración” Tambien declaró sobre la retoma de las conversaciones en materia de vías ferroviarias y planes de canalización fluvial en la frontera.

Santos no fue a la reunión a resolver diferencias de estilo, sino a avanzar en la concreción de los planes propuestos por el imperio para la subregión: “me satisface, porque cuando fui ministro de Comercio Exterior, hace 20 años, se negoció en la Comunida Andina de Naciones (CAN), el acuerdo de libre comercio, pero hoy Venezula ya no hace parte de esa organización, y por lo tanto como el plazo vence en poco tiempo, se estableció poder negociar un mecanismo que remplace un intercambio comercial que subsane esa relación”.

los proyectos productivos de frontera propuestos porlos colombianos solo son un eufemismo para reimpulsar los acuerdos mineros y de infraestructura para la extraccióin de materias primas propuestos por el BID y el Banco Mundial, que sean de “gran impacto en la población” se traduce a que Venezuela podría sumarse a los proyectos que en Colombia son precedidos por el desplazamiento forzado de la población, las masacres, el sicariato y la destrucción del ambiente y la biodiversidad.

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